martes, 12 de septiembre de 2017

El control de esfínteres en el aula y con los papás

La educación y estilo educativo de las familias, cuidadores y educadores infantiles influye en la adquisición del control de esfínteres, en la forma de adquirirlos y en la facilidad o dificultad para controlarlos.

La actitud del adulto, familia y educadores, influye en la forma en que se adquiere el control de esfínteres.

El aprendizaje del control de esfínteres sólo es posible cuando el niño o la niña está en condiciones de reconocer que las señales que recibe del recto o la vejiga significan que necesita hacer pis o caca. Esto nunca sucede antes del año de edad.

Hacia los dos años y medio, el 90% de las niñas y el 75% de los niños poseen algún control sobre el pis. Esto es debido a que su sistema nervioso está relativamente preparado para ordenar a la vejiga que retenga la orina. Pero las estadísticas también nos indican que a esa edad más de la mitad de los niños y las niñas se siguen orinando por la noche, lo que demuestra que el control nocturno se produce después que el diurno.

En el aula nos plantearemos los siguientes objetivos con las familias, a través de las charlas y
siempre estaremos a su disposición para cualquier duda:

  • El programa de control de esfínteres deberá realizarse siempre en un ambiente relajado,tranquilo y comprensivo, sobre todo cuando ocurra algún “fallo”
  • Les recomendamos hacerlo cuando los padres se encuentren disfrutando de días libres ovacaciones, fuera del estrés del trabajo y con tiempo disponible para el entrenamiento.
  • Les aconsejamos hacerlo con la llegada del buen tiempo para evitar posibles catarros si moja la ropa o las sábanas al inicio del entrenamiento.
  • Pediremos a las familias que les pongan al niño ropa fácil de quitar: para evitar “escapes” porno poder llegar a tiempo al WC, será aconsejable ponerle pantalones con elásticos, evitando ropa ajustada, con botones, cinturones o cremalleras.
  • Para facilitar que el niño pueda sentarse a hacer pipí o caca por él mismo utilizaremos un orinal que disponga de tapa (imitan pequeños WC) o colocar un adaptador en el WC.
  • Cuando el control se vaya afianzando y sea cada vez más constante se sustituirá el orinal por el WC. Hay que conseguir que los niños y niñas vean el cambio como algo positivo, que se sientan mayores, que se vayan sintiendo cada vez más autónomos.

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